Puente Romano de Salamanca

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Puente romano

Conoce la historia del puente romano de Salamanca

Salamanca es una de las 15 ciudades españolas que han sido nombradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Su patrimonio histórico, que incluye la Plaza Mayor, la Clerecía, el Colegio de Calatrava y el conjunto universitario, impulsaron este nombramiento en 1988.

Dentro de las construcciones más importantes está el puente romano, también conocido como el Puente Mayor del Tormes. Este aparece en crónicas y relatos de la ciudad desde la época medieval. Su imagen es uno de los símbolos inequívocos de la localidad. Aparece en el primer cuadrante del escudo de Salamanca y en 1931 fue declarado monumento nacional.

Es un puente sólido, resistente al paso del tiempo. Durante siglos fue el punto principal de acceso a la ciudad, hasta que en 1913 se terminó de construir uno nuevo sobre el río Tormes que permite el paso de vehículos.

A lo largo de los años las referencias sobre el puente son innumerables. Aquí nos detendremos a conocer un poco más sobre el origen y su importancia en la historia de la ciudad.

Origen del puente romano de Salamanca

El puente romano de Salamanca es uno de los hitos históricos de la ciudad. Así se le reconoce y ha quedado plasmado en textos, relatos y documentales sobre Salamanca. El momento exacto de su construcción fue muy discutido, pero las investigaciones históricas indican que data de la segunda mitad del siglo I.

No está demás destacar que el puente es una de las maravillas arquitectónicas romanas. Su construcción se ordenó por la necesidad de cruzar el caudaloso río Tormes. Se cree que Trajano fue quien lo edificó. Aunque algunos historiadores han mencionado la posibilidad de que se construyera en los mandatos de Nerón o Adriano.

Aunque la versión más extendida es que se hizo primeramente de madera en tiempos de Octavio Augusto, pero no todo el puente. Los romanos tenían una forma muy eficiente de construir puentes rápidamente. Y era hacer los pilares de piedra y la parte de arriba de madera. Luego sería en época de Trajano cuando se remodeló y se hizo en piedra todo.

Yo personalmente me inclino a pensar que se construyó inicialmente en tiempos de Octavio Augusto mitad en madera, mitad en piedra. Y más adelante en tiempos de Trajano (el emperador hispano y primer emperador de Roma no nacido en Italia) se hizo una mejora acabándolo todo en piedra. Y me gusta creer que el gran arquitecto Apoldoro de Damasco, arquitecto oficial de Trajano, tuvo algo que ver. Aunque de esto no hay pruebas que lo confirmen

El transporte de personas, mercancías y animales fue su principal función en sus inicios. Formaba parte de la Vía de la Plata, una de las calzadas romanas más importantes que conectaba Emérita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga).

La Vía de la Plata que comenzó a ser construida en el Siglo I antes de Cristo se topaba con un obstáculo al llegar al Tormes. Ante la necesidad de sortear al río se decide levantar el puente y, según afirman algunas fuentes, se hizo en el mismo lugar donde los romanos ya habían construido un puente de madera.

Las batallas que ha luchado el puente a lo largo de su historia también son muchas, siendo el Tormes su compañero y principal adversario. Ha tenido que sufrir varias reparaciones debido a las crecidas. La mayor de estas fue la riada de San Policarpio en 1626 que destruyó parte de los arcos romanos, los cuales tuvieron que ser reconstruidos.

Además de esta, se han hecho al menos otras siete reparaciones al puente en distintos momentos de las cuales han quedado registros. Pero gracias a su robustez y por ser uno de los más sólidos en España, ha resistido los embates del tiempo. Hoy en día las crecidas están controladas, por lo que parecen no ser un problema en este momento.

Características del puente

Las reconstrucciones han dejado huella visible en el puente. La estructura tiene dos partes que se distinguen muy bien una de la otra. Los arcos viejos de fabricación romana y lo arcos nuevos.

La parte norte de puente, es decir, la que está más cerca de la ciudad es la conserva de la construcción original hecha por los romanos. La parte nueva es el tramo más alejado de la ciudad, hacia la margen izquierda del río. Esta se construyó entre los siglos XII y XIII . Al comparar las fotos del puente romano de Salamanca las características que diferencian ambas partes son evidentes.

La longitud del puente es de 358 metros y está formado por 27 arcos, de los cuales los primeros 14 corresponden al puente viejo. La riada de 1626 destruyó el resto de los arcos que tuvieron que ser reemplazados.

El tramo romano tiene 201.20 metros, una longitud mayor a la del puente nuevo que mide 157,50 metros. La altura de los arcos está alrededor de los 6 metros. Y la anchura de la calzada también es cercana a los 6 metros.

Los romanos utilizaron piedra vaugnerítica de origen granítico para la construcción del puente. Sin embargo, en la parte nueva -que se ubica entre el castillete central y la margen izquierda del río- se utilizó piedra arenisca.

En la entrada del puente romano se encuentra un verraco de piedra decapitado. Esta figura no tiene relación con la construcción del puente, pero si está muy ligado a la historia y la cultura de Salamanca al ser de origen vettonico. Este era el pueblo que se encontraba asentado en el lugar antes de la llegada de los romanos.

Tras una remodelación que culminó en 1620, dos columnas modernas sustituyeron a las antiguas. En ellas se esculpieron los escudos de armas de España y Salamanca.

El puente contra el Tormes

Aunque han sido compañeros inseparables, el caudaloso Tormes ha embestido en varias oportunidades contra el puente. En algunas ocasiones causando más daño que en otras. Los romanos previeron la fuerza del río y apoyaron los arcos en tajamares triangulares para reducir el efecto de las crecidas.

El castillete central le da mayor estabilidad a la estructura ante los embates del río. Antes el mismo sitio, se encontraba una torre que fue derrumbada por una de las riadas.

La longitud del puente también está pensada para enfrentar las riadas, de manera que cubriera el trayecto entre ambas orillas durante las crecidas.

La riada de los Difuntos, en noviembre de 1256 fue la primera que afectó en gran manera el puente. Terminó perjudicando 13 de los arcos del margen izquierdo del Tormes. Algunos los derribó por completo, otros sufrieron grandes daños. La reconstrucción total tardó alrededor de 20 años debido al alto costo.

Más tarde, en 1498, se produjo otra inundación que derribó un par de los arcos que habían sido reconstruidos. Sin embargo, fue en 1627 cuando se produjo la riada que más daños ha provocado al puente, la de San Policarpio. La fuerza del río dejó de pie solo 15 arcos y parte del decimoquinto.

Casi 50 años después de la riada es cuando se termina de reparar el puente, con la construcción del nuevo que vemos hoy en día en el margen izquierdo. Mientras tanto, se levantó un puente de madera para mantener la conexión.

El Verraco del puente romano

Una figura que ha acompañado la estructura durante siglos es el verraco del puente romano. Se trata de una estatua talla en piedra, la más antigua de la ciudad de Salamanca. Se relaciona con el pueblo de los Vettones, quienes ocupan esta área.

Los Vettones dejaron figuras similares por todo el territorio que ocuparon. Los verracos son una de las manifestaciones artísticas que identifican su cultura. Son figuras zoomórficas que representan al cerdo reproductor. En ocasiones también a toros y jabalíes.

En el caso del que se encuentra en el puente romano, está representado en el escudo de Salamanca como un toro, a pesar de que la figura está descabezada. El motivo es una leyenda popular, según la cual un pastor encontró un toro escarbando cerca de un árbol junto al cual se encontraban los restos de un puente.

En 1834 el verraco es mandado a derribar de su pedestal por el entonces gobernador José María Cambronero, quien creyó que había sido colocado allí por Carlos I. El hecho provocó grandes daños a la figura que terminó partida en tres pedazos.

Para 1867 la escultura es rescatada y pasa por varios museos hasta 1954, cuando regresa al puente. Este acto se hizo en conmemoración al cuarto centenario de El Lazarillo de Tormes, novela donde se hace referencia al verraco.

El puente en la cultura de Salamanca

Hay varias leyendas populares ligadas al puente de Salamanca. Una de ellas es la que hace referencia a la historia del toro, el árbol y el puente. Los tres elementos se encuentran juntos en el escudo de la ciudad.

Otra historia tiene que ver con la construcción misma del puente. De acuerdo a una narración popular, el puente fue edificado por Hércules. Esta historia se apoya en una medalla en honor al héroe mitológico que se encontró dentro de una caja en la primera arcada.

Esta teoría no encontró más fundamento que esa medalla. Las investigaciones sobre la construcción llevaron la historia hasta el origen que mencionamos al comienzo. De lo que no quedan dudas es de que el puente contribuyó en gran medida a forjar la que es hoy la ciudad de Salamanca.