Características y alrededores
La granítica pared por la que fluye la cortina de agua tiene una caída libre de cincuenta metros, que al llegar abajo forma una nube de vapor que se eleva por todo el contorno siendo un espectáculo inolvidable que no tiene parangón en la península ibérica.
Unos pocos metros antes de la caída de aguas del Uces, su torrente se bifurca, dando lugar a que además de la cascada de los Humos haya otra por su parte derecha llamada el Pozo de las Vacas, llamado así según la leyenda del lugar que habla de que allí se despeñó un carro, tirado por dos vacas y cargado de trigo, cuando se dirigía en dirección a un molino cercano.
La ladera que baja hacia el río por la parte de Masueco se llama la Roblea, hay una senda que nos conduce a la coronación de la cascada donde una pasarela nos asoma al vacío y por una angosta vereda serpenteante, llamada la Cañada de Zarzalino, podemos bajar al pozo. Por la parte de Pereña se llama Palla Rubia, donde otra senda nos baja hasta el estanque formado después de la caída. Unos cientos de metros más abajo el Uces tributa al Duero en el paraje llamado el Trincalino en el reculaje de la presa de Aldeadávila.
Al no tener embalse regulador, el caudal adecuado en el río Uces para disfrutar del lugar es desde diciembre hasta mayo. En el Pozo de los Humos y según la tradición no ha nevado nunca.
En Palla Rubia hay una cueva natural en la roca donde se pueden apreciar pinturas rupestres.
Por la orilla de Masueco, a cien metros del pozo aguas abajo se despeña desde trescientos metros un regato llamado la Cribera y en el mismo estanque del pozo por la parte de Pereña cae desde cincuenta metros otro regato conocido como el de Palla Rubia.
La zona tiene un microclima mediterráneo cálido, en la cual florecen robles, quejigos, enebros, castaños, olivos, jarales, endrinos, escoba rubia, cantueso, alguna encina y matorral.
Animales como el jabalí, zorro, perdiz, buitre leonado, alimoche, águila perdicera y multitud de pequeñas aves y roedores pueblan la zona.